viernes, 12 de marzo de 2010

Día 13. Menton (FRA) - Forlac (FRA)

El desayuno del albergue es una enorme decepción. No llega a la categoría de pienso. Por suerte, el cielo apunta a un día soleado con lo que nada nos afecta los ánimos.

Salimos de Menton costeando. Tras muy poquitos kms entramos en la locura de atascos que es el Principado de Mónaco. En este enclave vive muchísima gente en muy poco espacio. Los edificios son moles enormes con el mar delante y la montaña detrás. EL país está totalmente encajonado y muy, muy saturado de coches. Para amenizar el atasco siempre ayuda el que vayan pasando coches de los que se ven pocos (fuera de Mónaco, se entiende).

Lógicamente no hay tampoco demasiado espacio para aparcar. Allá donde paramos nos llaman la atención.
Optamos finalmente por recorrer el circuito de F1. Nos damos una vuelta entera y cuando íbamos a por la segunda nos para la policia. Según parece hay un tramo en que están prohibidas las motos...

Salímos de Montecarlo remontando por las reviradas carreteras de la zona, donde un desprendimiento nos obliga a pasar por Niza y perder un montón de tiempo.

Cuando conseguimos meternos de nuevo por carreteras comarcales empiezan unas horas de disfrute máximo. Realmente estamos al borde de una intoxicación severa de curvas. Fantástico!

Recorremos encantados los Alpes Marítimos. El sol nos ha acompañado, hemos tenido calor toda la mañana, pero en un momento aparecen unos nubarrones negros negrísimos y en cuestión de minutos baja mucho la temperatura y se pone a nevar bastante fuerte.

El ritmo al que cae la nieve es algo preocupante. Tiramos rápido para ver si podemos salir a zonas más bajas.
Dejamos atrás las montañas más escarpadas y tras subir un puerto comprobamos como las nubes se han quedado enganchadas en los picos. Miramos atrás con alivio. La tormenta se queda, nosotros seguimos hacia bajo un cielo más amable.

A partir de allí el horizonte es más llano y las carreteras más rectas, aunque conservan el encanto. Rodamos entre campos de lavanda.
Así empezamos el ascenso a otra de las metas del día, subir al Mont Ventoux. Este es un puerto mítico del Tour de Francia.

Al llegar al parking de la estación de esquí nos encontramos con la carretera cortada. Es un fastidio, pues estamos a 5 kms de la cima y para nada está justificado que no permitan el acceso. La carretera está despejada y en el campo no habrá más de unos pocos cms de nieve.
Así que bajamos hacia el pueblo, por el trazado del bosque donde se disputa una conocida subida en cuesta. Increible pensar en la velocidad que cojen los monoplazas subiendo el Mont Ventoux.

Un rato más tarde pasamos por Avignon, junto a sus murallas. Se hace tarde y preferímos seguir.
Anochece y los últimos kms, por la N106 entre Alès y Florac son una gozada. Es negra noche pero eso no quita que disfrutemos de las curvas como pocas veces.
En un pueblecillo cerca de Florac tenemos reservado hotel. Es un sitio muy tranquilo. Muy recomendable para personas tranquilas que quieran visitar el parque natural de las Cevennes.

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